Berenice | Edgar Allan Poe | RESEÑA

ESTAS LEYENDO: Berenice | Edgar Allan Poe | RESEÑA

Edgar Allan Poe es un escritor para poder identificarse en cada una de las emociones más oscuras, aquellas que están en la parte oculta o al menos, más delicadamente guardada del ojo y sentir humano.

Poe sabía que no todo en la vida era el mostrar el lado elevado del ser humano, el mostrar la dicha del hombre, la suerte del ser, el éxito de las vida social, no; Poe sabía muy bien que si su objetivo era el distinguirse de lo que hasta en ese entonces se escribía y se consideraba como lo que debería de ser, tendría que cambiar algo.

de este tipo de pensamiento surgieron las obras maestras de la literatura Estadounidense del siglo XIX y que hasta estos días, siguen siendo una referencia en la totalidad de géneros que existen.

Cómo podríamos olvidarnos de obras maestras tal y como “El corazón delator”, “El diablo en el campanario”, “El gato negro”, etc.

Berenice, el título de esta obra, un título que nos puede decir más de lo que se piensa sobre este cuento, nos da un indicio de lo que Poe considera como el elemento principal, el combustible que lleva su mensaje a los miles de lectores que en su tiempo, admiraban y algunos otros, repudiaban su trabajo.

 

BERENICE | EDGAR ALLAN POE | RESEÑA 

Una vez más, el elemento más utilizado pero no por esto malo, de Edgar Allan Poe, el deceso de la mujer bella, la dualidad entre la belleza y la tragedia, el erotismo y el terror, hicieron su labor para engendrar una obra que lleva al lector a recurrir a diferentes interpretaciones que sin duda, interesantes todas, nos dan la posibilidad de discutir sobre cuál elemento es el protagonista, actuando como el hilo conductor que tal vez, sea este elemento, el que nos  de luz y así provocar el total disfrute de la obra.

La escena se nos presenta con el discurso de un hombre, solitario, enfermizo, la monomanía está presente en su día a día, en compañía de su prima, la hermosa Berenice, una mujer que sufre de terribles padecimientos, más terribles que él. 

viviendo juntos en un castillo familiar muy antiguo, pasan los días y Egaeus permanece encerrado en su biblioteca, pensando en una sola cosa, la curiosa y bella imagen de Berenice

el protagonista, se desenvuelve a través de un velo de diferentes reflexiones filosóficas que nos llevan de la mano por toda la historia, al rededor de la imagen de Berenice y del cómo sus padecimientos, poco a poco van acabando con su brillo y su belleza,


La tragedia, la forma en que Poe nos presenta los padecimientos y el sufrimiento de cada uno de sus personajes, es algo que no debería jamás pasar desapercibido, pues Edgar Allan Poe nos enfrenta a situaciones que en cualquier otro escritor resultaría o el desenlace de la historia, el elemento trágico y consecuente de los acontecimientos, y un elemento que nos da a conocer la forma en que nosotros podríamos conducirnos para evitar repetir aquella consecuencia, pues supeditada está la desgracia y el mal humano en ella.

Poe deshecha esto y nos pone en la mesa un plato lleno de acontecimientos fatídicos, desgracias, sucesos fatales y mortales, tanto moral como vitalmente y nos ofrece un bocado, una entrada de elementos de la vida real, con un toque de fatalidad para posteriormente confirmar, que en absoluto, su obra, girará en torno de las emociones más oscuras del ser humano, haciendo de este, el exquisito manjar distribuido en la totalidad de sus obras.

Sin duda “Berenice” es un relato lleno de elementos fantásticos y terroríficos que lo convierten en el único rey del terror, pues Berenice se transforma de la viva imagen de la belleza y sensualidad, en una imagen de la desgracia, sufrimiento, agonía, y decadencia, pero sin dejar a un lado la seducción de la fatalidad ante la desgracia de Egaeus, quién no deja de pensar en su sonrisa, o tal vez sean sus bellos y blancos dientes, tan bellos que los llevará con él incluso después del deceso de Berenice.

 

 

¡¡SÍGUEME EN MIS REDES SOCIALES!!!

Deja un comentario

error: Este contenido está protegido con derechos de autor.